Pero ese era el precio que había que pagar por una vida de aventura y riesgo,pensaba ella.
Los dueños del Museo de Cera lo habían cerrado tras los sucesos del año anterior y habían abierto una nueva sede en otra parte de la ciudad.Ahora el edificio se erguía silencioso, humilde y gris, con sus puertas cerradas,bloqueadas y precintadas.Pero Amanda y Amy nunca utilizaban las puertas principales.
Aparcaron en una zona cercana y metieron a Scapegrace por la puerta de atrás.Los pasillos estaban levemente iluminados mientras los tres caminaban entre figuras históricas e iconos cinematográficos llenos de polvo.Amanda buscóel interruptor con la mano y la puerta se abrió junto a ella.Entró y comenzó a bajar los escalones,mientras bombardeaban su mente las imágenes del verano anterior,cuando entró en el vestíbulo del Santurio,lleno de cadáveres...
Hoy,al menos,no había cuerpos a la vista.Dos hendedores hacían guardia en la pared del fondo,vestidos de gris,con sus guadañas amarradas a la espalda y sus cascos con visera erguidos.Los hendedores eran las fuerzas de seguridad del Santuario y actuaban como un ejército silencioso y letal.A Amanda todavía le producían escalofrios.
La puerta de doble hoja se abrió a su izquierda y Thurid Guild,el nuevo Gran Mago,hizo su aparición.Aparentaba unos sesenta y pico de años,con un fino pelo gris,la cara alargada y una fría mirada.
-''Así que lo encontraste-dijo Guild-.¿Antes o después de que consiguiera matar a alguien?''
-''Antes''-dijo Amy.
Guiks gruñó e hizo señas a los hendedores,que dieron un paso al frente.Scapegrace trató de apartarse,pero ellos lo agarraron con firmeza de los brazod y él no opuso resistencia.Inclusó dejó de quejarse por su nariz rota cuando se lo llevaron.
Amanda se volvió hacia Guild.No era un hombre agradable en absoluto;además,ellalo imcomodaba especialmente,como si todavía no estuviese seguro de que podía tomarla en serio.